Marko Markovic es el hijo o el hermano de Boban Markovic (perdonadme la poca precisión en los datos, pero confesaron su parentesco en serbio cerrado, y no me terminé de enterar, aunque yo apostaría más por una relación paternofilial), y son los dos grandes protagonistas del conciertazo que ví ayer. Música serbio-gitana, trompetilla, trombón y acordeón, divertidísimo.
Como el concierto ya lo he explicado, centremonos en el personaje, en el dato, aunque he de hacer una pequeña descripción para poneros en situación. Además de padre e hijo estaba el reto de la orquesta, compuesta más o menos por 10 gitanos. Ninguno de ellos excedia el 1,65 de altura, y todos tenían un color tostado que hacia mucho contraste con el oritre de sus collares, pulseras y anillos. En definitiva, que no estaban cercanos al canon de belleza que se estila por aqui.
Ahí va el relato. Al entrar al local, un antiquisimo y descudidado teatro, me detengo para saludar a una compañera de clase de Niederlanden (Holanda), 1,85 facil, no muy guapa pero algo atractiva, yo creo que es de estas que se esconden las carnes, pero bueno eso es una opinión personal. Dos horas más tarde, finaliza el concierto y los 10 gitanos que os he presentado con anterioridad bajan del escenario y se mezclan con el populacho (ironias de la vida, que los gitanos bajen a saludar al populacho). Ellos bailotean, cantan, beben, y se lo pasan bien.
En una de las veces que tengo que ir a regar la plaza (mear, miccionar, orinar) me cruzo con la tulipana, me fijo, y veo que esta rodeada de 3 de los virtuosos y enrazados músicos. Me fijo aún más, vaya magreos se estan dando. Lo más gracioso es que son como 3 de los 7 enanitos cortejando a Blancanieves, salvando las distancias porque ni ellos son tan enanitos, ni ella es tan fantastica como la dama de los dibujos animados. Desde el gallinero del teatro Marko y Boban (hijo y padre), los caciques de la orquesta observan con gusto el jolgorio.
La cola de mear es larga porque uno de dos urinario está lodado, y no son horas de llamar a Limpiezas Fernandez S.A. Algún cabroncete se me cuela pero me da un poco igual, será por tiempo. A la vuelta de mi viaje al sanitario me cruzo con los 3 pretendientes de la gigante holandesa, llevan el abrigo puesto y se van a casa, "pronto los ha mandado a la mierda" pienso equivocadamente por mis adentros. Sigo andando y de repente veo a Marko Markovic, si si, el mismísimo Marko Markovic bailando en actitud amorosa con la del Benelux. Que cada uno saque sus conclusiones.
¿Que derecho tiene el cabrón de Marko a quitarle los ligues a sus músicos que con tanto empeño se lo estaban trabajando? o ¿esta será una táctica para que Marko se hinche a meter en todas las ciudades de la gira? o ¿pondrá en el contrato de los músicos que no pueden cortejar a las hembras que Marko pretenda?. Como diría Iker Jiménez "estó es cuanto menos inquietante".
2 comentarios:
jajjjajajaa...qué derecho, eh? Yo estuve anteayer en un concierto de musica jazz increíble, con cuatro personajes entre los que destacaba el líder del grupo, ANDRONIKOV-por ejemplo-, un ruso (soviético era...) que parecía improvisar sus canciones mientras se reía y su grupo, tres de diferentes nacionalidades, trataban de seguirle con mucho acierto, por cierto. Increíble eso de bailar incluso música jazz. Una experiencia...INQUIETANTE.
...........Y ésto no te lo esperabas tú, ¿a qué no?, pero ya hoy ha sido el definitivo, para abrir la cuenta, puesto que al leer, tu comentario de hoy, he estallado en una risa-llanto, que no podía más............. ¡Díos mío, es genial! Cada día te superas más, buenísimo! , pero no seas tan mordaz, ¡ es que ya sabes quién soy! y tengo que poner un pero ó una falta. BESAZOS Y CUÍDATE
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