lunes, 23 de febrero de 2009

Un segundo...¿cómo ha dicho que se llamaba?

Yo soy previsor como pocos, otra cosa es que luego me valga para algo, pero que la previsión es una de mis grandes virtudes, está fuera de duda. Hace cinco meses me enteré de que iba a trabajar (ser becario, que nadie se piense que estoy contratado) en un medio de información económica. Al día siguiente me tenía que matricular, tenía que elegir optativas y allí aparecía "Información Económica". Trabajar en economía, estudiar economía, matar dos pájaros de un tiro.

Todo se empezó a torcer en el momento que ambos horarios se solaparon. No pude ir a clase y tuve que buscarme la vida y aprender los conceptos económicos más complejos por mi cuenta y riesgo, sin la ayuda de nadie. No obstante avisé al profesor de mi problema, un e-mail que jamás me contestaron. Todo cambió cuando en enero mi horario de trabajo cambio levemente y pude asistir a clase, era el momento de conocer al profesor.

Parecía conocer mi caso, pero al ir a darle la ficha de clase con mi foto (este detalle es trivial en la historia) me dijo que no tenía dónde guardarla, que la perdería. Al día siguiente le hice entrega de la misma, con la seguridad de que tenía donde guardarla. Ya había dado un importante paso hacia el aprobado, entregar la ficha (con foto). También quedé con él en entregarle algunas crónicas de Bolsa que había hecho. Las sinergias comenzaban a funcionar y mi virtud de ser previsor quedaba cada vez más clara. Aprovechar algo del trabajo para aprobar una asignatura significaba trabajar la mitad, el objetivo de todo hombre.

El ritual de entregar las ficha por dos veces también se repitió con las crónicas de Bolsa, costó mucho pero las entregué, todo iba sobre ruedas. Con los trabajos entregados y el examen medio estudiado me veía vencedor, era cuestión de tiempo dar otro paso de gigante para acabar esta carrera. El examen salió bien, tocaba esperar las notas. ¿Notable o sobresaliente? esa era mi única disyuntiva, la primera vez que la tenía en seis años de carrera. Yo siempre he sido más de la de ¿4,5 o cinco pelao?

Aproveché que tenía que cerrar la burocracia "erasmus" para ver si las notas estaban puestas y podía sumar un nuevo notable a mi casillero.

Juan López----------SUSPENSO

Cinco meses haciendo crónicas de Bolsa y suspendo un examen en el que me preguntan qué cargo tiene Candido Mendez en UGT. Hay que joderse. Obviamente había algún error y debía descubrir cual era. La revisión ya había pasado y solo me quedaba contactar con el profesor. Metí una nota por debajo de la puerta de su despacho, cuidé las formas e incluso la caligrafía. "Ruego se ponga en contacto conmigo, estoy interesado en ver el examen, mi movil es 678...413" (que luego no hacéis más que llamarme, he de proteger mi intimidad).

En el trabajo, a eso de las siete de la tarde me llama un número larguísimo, de esos que solo traen cosas malas; multas, encuestas y citaciones judiciales.

- Hola, soy el profesor. Acabo de leer su nota, ¿que ocurre?
- Nada, que me gustaría saber por qué he suspendido, me salió bastante bien el examen. Comenté con seguridad.
- Qué examen tenía, ¿A o B? ¿El de la pregunta de la tele o de la radio?
- El de la tele, el de la tele tenía.
- Pues su examen está bien, bastante bien, no es brillante, pero está bien.
- Entonces... ¿el suspenso? me está usted haciendo pasar una tarde toledana.
- Es que no tengo trabajos suyos, ni si quiera la ficha, no le pongo cara y así es difícil aprobar. Respondió él escudándose en las pocas cosas que le quedaban para justificar mi suspenso.
- Le dí mis crónicas de Bolsa y mi ficha, ¿no se acuerda?
- Ahora que lo dices... en cualquier caso habré extraviado la ficha en un bolsillo exterior de mi cartera y claro, al no ponerle cara... No se preocupe que le cambio la nota. Además tampoco tiene usted foto en el campus virtual, la tarde de angustia le está bien empleada, póngase la foto pronto.
- Uff, que descanso, gracias. Señalé con alegría.
- No te preocupes, en esta vida todo tiene solución menos la muerte. Un segundo... ¿cómo ha dicho que se llamaba?