domingo, 29 de noviembre de 2009

Exfoliarse

Después de escribir la entrada sobre periodismo de moda me entró la necesidad de sacarme más partido, de caminar unas manzanas en dirección hacia la metrosexualidad. Vestir bien y cuidarse es algo básico para encontrar el éxito en la vida, y así que me lo tomé. En una sola tarde hice todas las cosas que no había hecho en años. Me afeité sin cortarme, me pasé los bastoncillos por las orejas, miré los pelos de la nariz e incluso recorté los de las axilas al no disponer un mecanismo mejor.

Cuando pensaba que ya estaba hecho un dandy y que con una ducha sería suficiente para mi trasformación apareció mi compañero de piso Giorddi. ¿Por qué "Giorddi"? Pues porque es italiano y allí es con "G". Como buen italiano, Giorddi es un apasionado de la estética y el diseño. Estuvimos hablando un rato y cuando ya me iba para mi habitación me pegó un grito "Oye... ¡tengo un regalo para ti!" Dice que había ido al chino a comprar y por una compra superior a diez euros te dan a elegir entre varios premios. Joder con los chinos, haciendo promociones ya cual OpenCor. El regalo era un guante de estos de esparto para exfoliarse.

Está claro que para mi era como un ángel caído del cielo, podría suponer el culmen de mi transformación en metrosexual en un hombre fino y distinguido. Aprovechando la ducha, decidí que era el momento de estrenar el "guante de Giorddi". Antes había visto alguno, pero no eran ni por asomo tan profesionales como este. Tenía dos superficies, una suave y de color rosa, dicen los expertos que para enjabonarse, y luego otra, la de esparto que todos conocemos. El uso de esta primera capa fue muy placentero, aunque algo incómodo. Al ser una manopla tienes que ir cambiándotela de mano para llegar a todos los rincones del cuerpo. Una esponja independiente sería más útil, pero si los metrosexuales usan esto, entonces va a misa.

No conocía yo lo de exfoliarse, pero tengo muy claro que el esparto y la piel no hacen buena mezcla. De hecho, ahora creo firmemente en la veracidad de ese refrán que reza "eres más basto que unas bragas de esparto". Exfoliarse es un sinónimo, un eufemismo de pasarse una lija por la piel y si es posible que sea bajo la ducha. ¿por qué todas estas cosas desagradables y dolorosas las recomiendan hacer bajo la ducha o en agua caliente? Para afeitarse, agua caliente, para los niños con fimosis, agua caliente, para destrozarte la piel con esparto... ¡exacto! agua caliente.

Seguro que el verbo "exfoliar" tiene la siguiente etimología. Viene la palabra folio o DinA4, papel liso y regular, perfecto para escribir sobre él por su finura y homogeneidad. "Exfoliar": Acción de destrozar y reventar con esparto todo aquello que antes era más suave, fino y delicado. Es bastante curioso mirarse al espejo después de una buena exfoliación, yo me di sobre todo por el antebrazo, zona donde la piel está más seca. O el espejo me engañaba o esta piel se parecía mucho a la de las alitas de pollo antes de freírlas. Me dolía y encima tenía mal aspecto, esto no puedo hacerlo yo a diario.

Así que he decidido volver a ser como antes. Nada de transformación metrosexual, duele mucho y no sé si iba a servir para algo.

viernes, 27 de noviembre de 2009

El Viernes Negro

No, no penséis que he tenido que ir a renovarme el DNI esta mañana y por eso es un viernes negro para mi. Aunque en realidad lo desagradable no es hacerse el carnet en sí. Lo peor son las colas, sobre todo si llevas un tiempo sin bajar música nueva al ipod o peor aún, si por error lo has dejado en casa. El otro día se me ocurrió parar en una carnicería, pensé que ya estaba harto de las bandejas de carne que vende Mercadona..."voy a apostar por el pequeño negocio por una vez". Craso error.

La verdad es que no lo tenía planeado, eran las 12 de la mañana y ya iba teniendo cierta hambre. Yo de pequeño era de los que tomaban litro y medio de leche con colacao y media caja de cereales, pero esto cambió de un tiempo a esta parte. Ahora apenas desayuno. Para qué voy a desayunar si luego puedo comerme tres filetes de ternera en vez de dos. En cierto modo, lo que he hecho ha sido refinarme. Pues entré en la carnicería con esa idea, comprar ternera y así poder saciar mis necesidades gastronómicas.

Justo una señora salía cuando yo entraba y no tuve que hacer ni el esfuerzo de abrir la puerta, mira que bien. Había motivos para el optimismo, solo tenía dos señoras delante. La primera de ellas se veía que tenía cierto nivel de confianza con el carnicero, de hecho pagó mediante el método conocido como "apúntamelo y te lo pago a principios de mes". Esta mecánica de transacción económica es como el pago con tarjeta de crédito pero sin contribuir a que Botín compre dos bancos más esa semana. Lo negativo es que un fallo en su ejecución puede dejar al carnicero sin vacaciones.

Solo quedaba una señora... "vamos vamos". Su primer pedido fue cuatro kilos de alitas de pollo. Esto ya es una señal muy mala, muy muy jodida a decir verdad. Cuando lo primero que pide una señora en carnicería es pollo y encima en cantidades industriales, date por jodido. Lo más seguro es que sea de Opus, y tenga tantos hijos como folios le ocupa la lista de la compra:

"Me pones dos kilos de morcilla...uno y medio de chorizo...cinco de pechuga de pollo...un par de paletillas de cordero...setecientos kilos de carne picada... etc etc... y por último medio kilo de solomillo de ternera". ¡Te pillé! ¿Qué pasa? Tu tropa de chiquillos se va de convivencia con los scouts y tu y Paco os vais a dar un homenaje en su ausencia, a los niños también hay que darles ternera, que la carne roja es muy buena para muchas cosas. Dicen que su nivel proteico es el mayor de los posibles y que en determinadas circunstancias previene la impotencia. Mierda, esto debería ponerlo en las bandejas de carne de Mercadona. El mismo mensaje que tiene el tabaco, pero al revés. "La carne de ternera previene la impotencia y mejora el acto sexual" con eso bastaría.

El caso es que ayer fue el famoso "Dia de Acción de Gracias" en EE UU. Una noche en la que se supone que los americanos sacan sus mejores galas, pero luego comen pavo. Mucho mejor el jamón de york o incluso el serrano, pero ellos verán. Y hoy... un día después de dar gracias celebran el llamado "Viernes Negro", el día con mayores rebajas del año y en el que se da el pistoletazo de salida a las compras navideñas. ¿Estará la ternera rebajada hoy en EE UU? Tienen que venderse buenos chuletones allí hoy...

domingo, 22 de noviembre de 2009

Periodismo de Moda

Bueno, antes de meterme en harina con un tema que os va a apasionar, tengo una reflexión a la que acabo de llegar ahora mismo, domingo a las 15:30. Últimamente he alternado mucho por el barrio de Gràcia, cuna del moderneo y vida progre en Barcelona. Para llegar a este barrio que tan de moda está se puede hacer mediante dos paradas de metro. La primera, más centrica es "Fontana", nada que objetar, a este nombre no hay por donde darle una vuelta. La otra es "Joanic", este nombre me lleva de cabeza desde el primer día, me gusta muchísimo.

Recibe esta denominación por la plaza en la que se encuentra enclavada la parada. Joanic puede ser dos o tres cosas etimológicamente hablando. Primero, un señor catalán de madre serbo-bosnia. El padre dijo que Joan y la madre que Milosevic. Al final, ni uno ni otro; Joanic. La otra opción es más cercana a nuestros referentes. Un señor catalán de madre albaceteña. El padre se empeñó en que Joan, la madre no sabía muy bien que responder... pensó en "Juanico", le gustó, y al final Joanic. Que no es otra cosa que Juanico en catalán. Os imagináis... "oye, quedamos donde siempre, en la plaza de Juanico". Tronchante.

Ayer estuve en un cumpleaños y conocí a gente fabulosa, gente que estudia en mi mismo edificio y que ha optado por especializarse en las cosas más variopintas del mundo. Sin embargo hubo una de ellas que me dejó fascinado. No sabía que existía un Master de Periodismo y Comunicación de Moda. Esto no quiere decir que sea un curso del periodismo que está de moda, hoy por el referente es Pedro. J. con su videoblog y esas cosas, no, no es un curso sobre Pedro. J. ¡Es un curso sobre periodismo a pie de pasarela! Obviamente la curiosidad era mucha y tuve que preguntar.

"Tenemos una asignatura sobre historia de la moda, muchísimos siglos para estudiar". Tras semejante afirmación mi mundo se tambaleaba. No puedo creer que en un máster se estudien las tendencias con las que Júdas Iscariote traicionó a Cristo. Júdas vestía una bonita túnica de lino, muy acorde con un evento social de la elegancia y seriedad de la última cena. San Pedro, por el contrario, eligió un tocado de Pertegaz que lo convirtió en el verdadero protagonista de la velada. ¡Es que me imagino un photocall antes de la cena y la agencia de prensa oficial del Imperio Romano ahí tirando fotos!

Esto da para muchísimo. ¿Quién sería el modisto favorito de Carlos II "el hechizado"? o ¿Iba a Intimissimi Isabel II para comprar la lencería de guarrear en palacio? ¿Fue el calzoncillo boxer la prenda íntima oficial del régimen nacional socialista? Ya está bien, no voy a cebarme más. Joder... que me dijo que hicieron una excursión a un centro comercial para ver a un famoso "cazatalentos" (Coolhunter en inglés). Esto es un hombre que se dedica a buscar chicas guapas, intentar cepillarselas y conseguirles un trabajo como modelo. Creo que funciona así.

Y de hacerse Coolhunter, ¿hay Máster de eso?

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Las vajillas en tiempos de crisis

Este post la verdad es que no está para nada dirigido a un público universal. Sería justo lo contrario a las películas de Disney-Pixar, en las que los niños no ven más que dibujos animados y los adultos solo vemos problemas sociales de mayor profundidad. Aterrizar en un piso recién alquilado siempre puede resultar problamático. A quién no le ha pasado que al abrir el armario de la cocina, los platos que le ha dejado el casero le parecen asqueroso. Ni con un lavavajillas industrial me comería yo una fabada Litoral ahí.

Llegado este momento hay que tomar una determinación; hacerse con una vajilla de nuestra total confianza. Para ello he encontrado varias soluciones frente a la situación actual de crisis económica:

1. Nuevo banco, nueva vajilla: Es muy sencillo, te cambias de banco y casi seguro que recibirás una nueva vajilla. Estas vajillas suelen bastante buenas en comparación con mis otras ideas, lo malo es que hay que leer la letra pequeña. Con facilidad nos equivocamos y terminamos con un inútil juego de cacerolas, que no era lo que veníamos buscando. Esta opción tiene alguna laguna, y es que hace falta una nómina para acogerse a estas ofertas. Y debe superar los 700 euros, en mi caso está totalmente descartada.

2. Coca-Cola, Cacaolat y cereales Nestle: Es muy parecido a lo anterior pero sin necesidad de cambiar de banco, ni de disponer de una nómina. Sin embargo hay que estar en el lugar adecuado en el momento justo. Me refiero a las mil y una promociones que salen en productos de uso diario Bébete 100 botellas de litro de Cacaolat, envía las etiquetas y recibe una vajilla completa. Las vajillas son bastante malas, pero resultan muy sorpresivas para las visitas. Viene una chica a tu casa y ve que tienes una vajilla de Cacaolat y lo menos que puede hacer es admirarte.

3. Consumismo creativo: Esta es sin duda mi opción favorita y la que yo recomiendo. Se ajusta perféctamente al desarrollo sostenible y no hace falta aprovecharse de ninguna promoción, siempre está ahí. Quién no ha ido a casa de un amigo y se ha dado cuenta de que todos los vasos eran antiguos envases acristalados de nocilla. Quién no ha ido a un restaurante donde los ceniceros fueron natillas o crema catalana de Avidesa en una vida anterior. Yogures enriquecidos (que son iguales que los que vienen en plástico), la cuajada Danone, casi cualquier cosa es reciclable como vajilla si le damos al coco.

Bueno... y ahora tendré que explicar el por qué de este rarísimo relato. Llevo muchos días muy fastidiado en casa porque no hay platos hondos. Yo no como sopa, pero para las ensaladas son muy útiles. Me desepera intentar darle vueltas después de aliñarla y ver como se me cae la mitad por culpa del plato plano. Ayer fui a Ikea por segunda vez en un mes a acompañar a un amigo y me compré un par de platos hondos...

...como por culpa del perro al entrar a casa todo me huele a caca, también decidí comprarme una vela (olor canela, por cierto). Había tres o cuatro tamaños, pero el más grande me cautivó. Costaba cuatro euros, pero me imaginé ese inmenso recipiente de cristal lleno de leche con colacao y en el fondo me salía barato. Luego me lo imaginé lleno de gintonic y la inversión me pareció una obra maestra de la economía doméstica.

domingo, 1 de noviembre de 2009

¿Se puede crecer con 24 años?

Yo la verdad es que tengo alguna que otra frustración en la vida. Además de mi completa inutilidad para las dotes musicales, el afeitado y el conjunto de artes plásticas y pictóricas en general, siempre he querido medir 1,80. Hoy cumplo 24 años y la verdad es que sigo sin perder la esperanza, de hecho estoy más esperanzado que nunca con dar ese último estirón de cinco centímetros que me eleve a los 180 centímetros.

Las abuelas, madres y mujeres del entorno familiar siempre son muy optimistas en estos temas. "Ay hijo... nosotras las mujeres, a los 14 años nos quedamos como estamos, pero vosotros no. Tu primo dio el último arreón a los 25...y más con los tiempos que corren ahora, que los hijos sois mucho más altos que los padres." Es un poco como la nota global de la selectividad, de un 7.00 a un 6,98 no hay demasiada diferencia, pero he dejado de ser un estudiante notable y casi brillante para ser uno simple que no es capaz de llegar al 7.

Lo de la selectividad es inamovible, ya no puedo pedir la doble corrección, así que me quedaré con el 6,98, pero lo de crecer yo lo de crecer lo veo más factible. Plantarme la semana que viene en el 1,80 y fichar por el Racing de Santander como tercer o cuarto delantero, así tipo Negredo... y ¿por qué digo esto?

Ha pasado más de la mitad del día de mi cumpleaños y yo llevo desde ayer metido en la cama con 38 de fiebre. Y como hay que quedarse con las cosas buenas de las cosas malas, pues eso estoy intentando. Dicen que con la fiebre se suele crecer, el miércoles me planto en el 1,78 y la semana que viene al Sardinero a sacar a ese equipo de la crisis. Luego hay un detalle que también me es favorable, puestos a enfermar, mucho mejor hacerlo en casa con madre y padre, que en Barcelona con el perro que me despierta cada mañana con un correo certificado en la puerta de mi habitación.

Ya he conseguido la cinta de coser de mi abuela, esas que son amarillas por una cara y blancas por la otra, si, esas. Es de un metro y la verdad es que puede resultar un poco incómodo medirse con eso, pero una idea aproximada sí que me dará. Bueno, a ver si esta tarde mejoro un poco y puedo calcular mi nueva y excelsa estatura.