Día 41. La novia holandesa de Marko Markovic

Iba para los cursos de alemán a eso de las 17:00 y he pensado... joder si ya es de noche, pero bueno tampoco pasa nada porque como llevo la dinamo en la bici que alumbra más que el faro del puerto de Hamburgo, pues no he pasado miedo ni temor en ningun momento. Antes de eso, he ido a la universidad como un campeón de 9 a 13. Incluso a primera hora el profesor me ha preguntado si tenía hechos los deberes, pero como no he entendido lo que me ha dicho pués he quedado bastante mal, para una vez que los hago.

Ciertamente esa clase es para llevarla a analisis. Somos 10 personas, entre ellas dos españoles, mi compinche y yo. Pues bien, se trata con facilidad de los compañeros de clase más feos que yo haya visto nunca. En primer lugar tenemos a la mujer bavara de gran densidad capilar sobre el labio superior, tan maja y simpatica como incomoda para la vista. Luego tenemos a la hija de Jessica Fletcher, igualica pero en alemana y con cien años menos, en una de estas nos trae un DVD de cuando su madre triunfaba con "Se ha escrito un crimen".

Aqui no termina la cosa, que ninguno pierde el viaje. También está "la mujer del termo" que acostumbra a llevar a clase una garrafa metalica con una capacidad para 5 litros de agua que ella se ocupa de beber a lo largo de la unidad lectiva. Y para que no me digan machista, en primera fila tenemos a Martin, natural de Thuringia que habla tan rápido como el Gran Wyoming (pero en alemán), también hay que decir que esta un poco más cebao.

A lo que ibamos... Al terminar esa clase me he bajado a comprarme medio litro de batido de chocolate a 1,3 Euros y un Donut a 0.6 Euros, por lo tanto he llegado tarde a la siguiente. Entro en clase con la boca manchada y veo sentada en primera fila a la protagonista de mi anterior relato, la novia holandesa de Marko Markovic cuyo nombre de pila desconozco. Me mira constantemente sabiendo que yo soy el único que sabe de su relación con el virtuoso de la trompeta, una situación incomoda, sobre todo para ella.

Cuando el profesor nos desea una feliz semana y esas cosas, me acerco a la voluptuosa tulipana "¿estuvo bien el concierto no?". Trás cabeceaer nerviosa de lado a lado me responde "Que va... al final una mierda, se fueron los 3 guapos y me dejaron sola con Marko Markovic".