jueves, 25 de febrero de 2010

El retrete soviético

Vaya por delante que este material no es nuevo. Voy a hacer como Jarabe de Palo, versionarme a mi mismo. Después del post de las pelucas (con un toque guarrete en algún párrafo), he visto necesario cuadrar el círculo con el que yo creo que es mi texto más escatológico. Ojo! No es falta de ideas eh, es que creo que esta entrada es idónea para este momento. Esta versión incluye alguna remasterización y poco más. Creo que os puede gustar.

Cuenta la leyenda que antes de que hubiera médicos, los seres humanos conocían su estado de salud por los matices de sus heces. Observad...



Acto seguido explicaré qué innovaciones presenta éste retrete a nivel sanitario frente a las que puede presentar cualquier "WC" español, francés o portugués. Dejo a un lado los ingleses por estar enmoquetados (eso es una guarrería, sobra decirlo) y los marroquíes por utilizar letrina y manguerita. (eso también es una cerdada que no recomiendo en ningún caso).

Según podéis admirar, este retrete soviético además del color, (un blanco roto mucho más sufrido que el tradicional blanco de Roca) presenta una novedad principal. Al contrario que en España, la pequeña fosa de agua donde se deposita la caca se encuentra en la parte delantera de lo que podríamos llamar ‘taza’. Podéis pensar que esto tiene más desventajas que beneficios. "En el hipotético caso de excretar blando, por lo que fuera, me vería obligado a pasar la escobilla casi siempre y tener que recorrer la caca más distancia". Es una forma de verlo, pero no la correcta.

Si os fijáis, la forma del retrete soviético es mucho menos pronunciada creando así un pequeño rellano. He de decir por experiencia propia que el rellano funciona y trabaja como recibidor de los muñecos de barro creados y horneados por mi sistema digestivo. ¡Que guarrería! estaréis pensando, pues sí, no es de agrado limpiarte el culete mientras observas la reciente escultura salida de tu cuerpo. Sin embargo, esto tiene una explicación higiénica y otra médica de mucho mayor peso.

En primer lugar, este descansillo a priori tan desagradable nos evita esa extraña sensación de frescura y humedad provocada por el violento choque de la deposición contra el agua. Esta ventaja se pone más aún a mi favor si hablamos de baños públicos, restaurantes o cafeterías. Lugares donde en ocasiones la cadena no va del todo bien y ese liquidillo salpicado a veces contiene otros elementos, como pudiera ser el orín ajeno. Esto por un lado.

En estos tiempos en los que los hospitales cada día están más masificados, la medicina moderna también recomienda encarecidamente la implantación de este tipo de retrete. Tras hablar con los mejores expertos en aparato digestivo del mundo, todos coinciden en la idoneidad de este vanguardista y atrevido váter. El hecho de poder observar el excremento antes de mezclarse con el agua, permite al paciente un análisis mucho más exhaustivo. ¿Quien no ha excretado blando y al entrar en contacto con el agua se ha resquebrajado perdiendo la poca solidez que tenía?

Mediante este retrete se puede analizar el color, la textura, el olor y la densidad de la deposición como si de un cultivo de heces profesional se tratara. De esta forma y sin necesidad del incómodo traslado al ambulatorio, podremos saber qué nos ha sentado mal y ponerle así remedio con la mayor premura posible. Creo que está todo dicho, ahorrarse unos eurillos por un retrete inseguro y obsoleto ya no merece la pena. No debéis jugar con vuestra salud.

8 comentarios:

Dulcinea......... dijo...

Didáctico, interesante(podríamos decir), bien redactado, culto,etc, ¡guarrete, noooooo, guarrón!y más a estas horas que son,casi las 14,00 horas, hora de comer, menudo se me ha puesto el cuerpo!

Pablo dijo...

Soberbio! Jamás me atrevería a decir que esta entrada es una cagada :D

JuMp_oN dijo...

Además, ese rellano, va fantástico para recoger las bolas condoneras llenas de costo culero, farlopa, heroína y drogaínas varias.
Yo lo recomiendo siempre que me repugnan. ¿He dicho "repugnan"? Quería decir "preguntan".

Cada vez que veo un váter abierto, me dan ganas de ir de parto. Debe ser el mismo efecto que ver bostezar a alguien.

Maria dijo...

Escepcional oda al retrete vanguardista. Me he partido por detroit muchacho, gracias.

Isabel dijo...

Pues es interesante este váter. Yo tengo una amiga japonesa con un váter de esos con chorretes teledirigidos. Una gozada, oye.

Manu dijo...

Todo eso está muy bien, pero mi experiencia personal con el váter sovietico me me obliga a recordarte que hay un problema que no has analizado. Si haces una caca muy grande y larga (de esas de las que uno se siente orgulloso) tocará con la taza antes de haber sido totalmente expulsada, y te tendrás que levantar para poder darle todo el recorrido que necesita. Una sensación muy rara e incomoda.

Manu dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Grandes recuerdos despúes de leerlo, recorde los momentos disfrutando de la revista y uno de los placeres del hombre que con la imagén ya se imagina, por cierto Juan también me vino una de unas señales delante del Bundesverwaltunsgericht.