martes, 23 de febrero de 2010

Cuatro formas de esquivar la realidad por un pelo

No puedo quitarme de la cabeza el episodio que viví en el avión el otro día. Cincuenta minutos mirándole la cabeza a un tío, y fui incapaz de saber si llevaba peluquín o no. Por eso y porque no quiero que os veáis en mi misma situación, os voy a dar un cursillo rápido de cómo diferenciar las diferentes cabezas según su estructura y morfología.

1. El bisoñé: Palabra a todas luces de etimología francesa. Se trata de un tejido sintético que trata de cubrir lo que es la parte cenital de la cabeza. Es ideal para calvicies frontales, pudiendo dejar la parte de atrás con pelo natural. Inconveniente, ésto mismo. Encontrar una fibra sintética con los mismo matices que la parte trasera natural es complicado. Por otro lado, siempre se puede recurrir al tinte, para intentar que sea la parte natural la que se parezca a la sintética. Leonardo Dantés o el propio Dioni son algunos de los máximos exponentes de esta corriente.

2. La Peluca: con aspecto mucho más baratero y carnavalesco, la peluca cubre toda la cabeza desde el frontal hasta la colleja. Es perfecta para transformaciones totales. El mayor problema es que debe dar muchísimo calor puesto que su superficie es tan ambiciosa como grande. Ofrece una gran variedad de peinados, colores y formas. En su contra, ofrece grandes inconvenientes de raccord o continuidad. Tu no puedes aparecer un día calvo en la oficina y al día siguiente con una mata de pelo como la de José Luis Rodríguez "El Puma". Sus grandes exponentes fueron André Agassi y hoy en día se pone en práctica por Nicolas Cage.

3. El Injerto: Solución cara a la par que vanguardista. Se basa en la extracción de pelos de otras partes del cuerpo para reponerlos uno a uno en la cabeza. Es la forma más incómoda (por su tratamiento) de las que vamos a ver. Sin embargo ofrece unas calidades de continuidad inigualables, se puede dejar de ser calvo en un día pero sin que mucha gente se de cuenta de ello. Imagino que habrá que andarse con mucho cuidado a la hora de lavarse la cabeza. Nada de acondicionadores ni mascarillas. ¿Acaso te echabas antes mascarilla Pantene en los pelos de los huevos?. Sin duda, José Bono y Paco González (Carrusel deportivo) son los grandes referentes en esta categoría.

4. Administración y dirección de empresas, que diga, de cabezas. Menos es más, el ingenio por el ingenio. Soluciones creativas en tiempos de crisis. Consiste en administrar el pelo remanente de forma que se puedan cubrir todos los vacíos existentes. Si para ello el pelo ha de hacer mortales, tirabuzones y alguna que otra voltereta, pues se da.

En sus primeros pasos y llevado con dignidad, puede tener clase y estilo incluso. En alopecias muy avanzadas puede derivar en un pelo graso y churretoso. De estos que llevan como gomina, pero en realidad no es gomina. Quiero decir, que no es un producto industrial sino natural, emanado por el propio cuerpo. Como si te sacases cera del oído para darle brillo al pelo. Iñaki Anasagasti y Pepe Oneto son los grandes líderes de esta disciplina.

8 comentarios:

Dulcinea dijo...

Y de las "rastas" que pasa?, nos olvidamos de ellas.......

Little J. dijo...

Muy bueno! Siempre con tu toque guarrete... Jajajaja
Tengo suerte de tener tanto pelo por qué de no ser así, ahora mismo preferiría cortarme la cabeza a tener que sufrir uno de estos "calvarios" que tan bien nos has descrito.



J.

Little J. dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
JuMp_oN dijo...

Había oído mil veces la palabra bisoñé (¡Bisoñé y Ojos de Huever!) pero hasta hoy no he sabido qué coño significaba. Quanto aprendo con los blogs, escolta tu.

Sr. Jan, profesional del cabello, tengo una pregunta para usted: ¿Lo de Aznar, qué?
Conteste, por favor, en relación a su melena pero también a su bigote fantasmagórico, que parece que hay pelo, pero luego casi no, pero se le marca y yo ya me pierdo. Gracias.

cap0 dijo...

Lo de Arús, ¿qué era? ¿Bisoñé o gato muerto?

Pablo dijo...

Cojonudo! Uno de los mejores post que te recuerdo, Juan. Se nota que te lo has currado. Esto, añadido a tu habitual gracejo manchego, eleva el resultado a nuevas cotas. Sigue así... aunque la tendencia, con un blog, es la de dedicarle el menor tiempo posible (doy fe).

Anónimo dijo...

Y tanto que sigas así, como bien dice tu amigo o conocido Pablo

Pobleta dijo...

Lo de Arús tenía algo de taxidermia fijo. Lo de su señora esposa (antes de ir morena y con pelo corto) era también inquietante, rollo nido seco de estorninos.
Pero para inquietante el cuero cabelludo de nuestro querido compañero Salvastation. Un día viene rapado y al viernes siguiente parece Diana Ross. ¿Llamamos a Iker & Carmen?