sábado, 13 de febrero de 2010

El club del gourmet de los pobres



Mientras esperamos que François Demodé termine de aparecer, voy a hablaros de uno de los sitios que hace que la crisis sea más llevadera. Este post es un poco local, pero bueno, entre todos vamos a conseguir que esta pequeña empresa termine abriendo una tienda en la calle Preciados de Madrid. Se trata de Bonarea, el primer supermercado del mundo para gente pobre. No se ha hecho publicidad al respecto, pero su expansión es uno de los pilares principales del Plan E.

Está el sueño americano, que nunca me ha quedado claro cuál era, pero no debe andar muy lejos de ser un superhéroe. Luego salió el sueño español, que es conseguir montar la mayor red de tiendas de ropa apoyándose en el narcotráfico. Ahora ha nacido Bonarea Supermarkets, el sueño catalán, llenar la cesta de la compra con un billete de cinco euros. Cada uno tiene sus pretensiones...

Bonarea nace de la necesidad de crear algo más barato y cutre que el Día, pero con más clase y pedigrí que las tiendas de los chinos. De hecho la empresa no lo oculta, su plantilla se compone de un 50% de chinas con papeles y otro 50% de señores de 70 años que necesitan seguir cotizando para asegurarse la pensión. Es como los equipos de fútbol, mezcla de cantera y extranjeros. Aunque en este caso son todos como Guti, eternas promesas...

Vamos al turrón... ¿y los productos? os andaréis preguntando. Hay de todo, desde un aceite de oliva que parece recién extraído del SEAT 127 de mi abuela hasta un fantástico pollo adobado. Todos sabemos que las cosas adobadas esconden muy bien su verdadera calidad. El adobo es la solución a la crisis, se podría decir. Las carnes no están mal, el pollo, la ternera... barato y rentable. Con los lácteos tienen más problemas. Cuando una marca sin prestigio diga "rico en calcio", no os fiéis, esto quiere decir que tiene "sabor raro".

En cuanto a mis favoritos, no puedo dejar de lado las fantásticas BonOreo, una perfecta falsificación de la galleta más difícil de comer del mundo. A un precio muy muy competitivo, 0,70 euros. En cambio, un producto que a priori parece mucho más fácil de copiar, las galletas "Principe de Bonarea", resultan una verdadera mierda, rancias, blandurrias, no están acordes al resto del establecimiento.

5 comentarios:

Dulcinea sin Mancha dijo...

¡ Y qué buenos ratos nos ha dado bonarea! Aunque sea negocio para los tiempos de crisis, .......... muy buenos momentos y se merece estar en éste blog y hacer este pequeño comentario.

fran dijo...

¿Y qué opina François Demodé al respecto?

JuMp_oN dijo...

"el sueño español, que es conseguir montar la mayor red de tiendas de ropa apoyándose en el narcotráfico"
¡jojojo! Me encanta. Llámale sueño español o sueño gallego, también, ¿no?

Aún tengo pendiente probar BonArea. Respecto Mercadona, ¿que relación calidad-precio le ves? ¿Mejor o Peor? Yo a Mercadona la veo bastante óptima, aunque siempre depende del producto.

El Solitario dijo...

Estás subiendo el nivel, ya eres UnderDog!

Anónimo dijo...

jajaja, muy gracioso tu blog!!! Pero para ser una historia totalmente de ficción deberías intentar no hacer referencia a la marca, no?
La verdad es que yo compro habitualmente en bonArea, no solo en épocas de crisis, y me parece todo genial, incluso mejor que la marca blanca de Mercadona!!!
... y nunca he visto ningún chino trabajando!!! :P