miércoles, 13 de enero de 2010

Las ilusiones ópticas

Observad atentamente esta foto:


¿Qué narices hace un tenedor doblado por una fuerza inmunda en mi baño? Esto es lo primero que he pensado al verlo. ¿Y cómo y por qué se fija el idiota este en esas cosas cuando va al baño?... pues muy sencillo, porque se me ha olvidado una revista cuando he ido a deponer. Y claro, me aburría, así que he agudizado la vista para entretenerme. Volvamos al tema del tenedor.

Puede que, a alguno de mis compañeros de piso le haya entrado ganas de comerse un arroz a banda en el baño. Quizá ha repelado tanto que se le ha doblado el tenedor. Y luego a la hora de recogerlo se le haya olvidado. Es una teoría un poco cogida con alfileres, pero es la primera que se me ha venido a la cabeza.

Yo soy el primero que hago cosas raras el baño. Está muy bien visto llevarte el periódico o el Hola! para mientras haces de vientre, pero yo soy más moderno y me llevo el portátil. Lo mejor es el calorcillo que te entra en las piernas, un estímulo más para una cómoda y gustosa deposición. Además, no llevan las revistas autodefinidos... pues mi portátil lleva el poker de Facebook. Quién le iba a decir hace diez años a Luis Aragonés, apasionado del juego, que hoy en día se podría jugar al Texas Holdem Poker mientras está sentado en el trono.

Mi gozo en un pozo, cuando me he levantado para irme, me he dado cuenta de que no se trataba de un tenedor. Lo cual echa por tierra mi argumentación de los anteriores párrafos y me deja como alguien que inexplicablemente caga con el portátil de vez en cuando. Aquí tenéis la realidad de ese falso tenedor...


¡Una pulsera, una pulsera con un tenedor en su cierre!

1 comentario:

JuMp_oN dijo...

Esto de compartir piso con tías, a mí me ha abierto la mente al universo de los potingues y accesorios de baño. Toda una experiencia cada vez que entro al baño.

Tu lector y compañero, Joan "casi como el profe" Pont.