martes, 4 de diciembre de 2007

Día 70. Mira esa chica... esta desbocada.

Comienzo a ver el final del tunel. Mi tos y mi resfriado remiten a la vez que voy consiguiendo salvar algunos de los escollos académicos que se me van presentando. Hace escasos minutos he realiyado mi primera "presentación" por llamarlo de alguna forma en alemán. En realidad lo que he hecho ha sido leer en voz alta una cara de un folio dirigiendo mi mirada en algunas ocasiones hacia la pantalla del powerpoint. Vaya... una pantomima. Aun así no ha resultado del todo mal y sobre todo me he quitado un peso de encima.

Es muy injusto que yo tenga que hacer exposiciones en alemán, y un alemán en la complu con aprobar el examen le sobre para aprobar, no termina de parecerme bien. La historia que hoy os traigo es una continuación de otras anteriores y de uno de mis personajes favoritos desde que estoy en Leipzig. No se sí os lo he contado, pero cada lunes los estudiantes erasmus nos reunimos en un bar distinto y en estos dos meses ha habido lugar para todo tipo de bares.

Hemos ido a bares de billares con una música bastante animadilla, hemos ido a otros que más que pubs parecian restaurantes y estaba toda la gente sentada bebiendo. En el penultimo, un irlandes, la cerveza valia 3,20 que no es precisamente una tarifa de estudiantes así que hubo que cambiarlo rapidamente. Ayer teniamos un nuevo bar, "HABANA" un bar de salsa. No se porque extrania razón a los alemanes les gusta mucho la música caribena y se apuntan a clases de salta y baile latino y esas cosas que para cualquiera de nosotros no deja de ser una horterada.

En ese punto y anestesiado por el antibiótico decidí marcharme. Cuando a la hora de comer nos hemos reunido para comer el tema de conversación era claro, "madremia Juan la que te perdiste ayer, había una chica desbocada que bailó con 10 ó 12 tios y todos pasaron de ella". Que mala suerte... para un día que el ambiente está festivo estoy malo, no puedo beber y tengo presentación en alemán al día siguiente.

Un rato después en la sala de ordenadores de la universidad me gritán..."mira mira!! esa es, esa es la que ayer tenía el orcate caliente". Por un momento dejo de escribir lo que tenía pensado publicar en este bonito blog y me doy la vuelta. Llevo más de 10 horas las lentillas y puede que me estén jugando una mala pasada, me froto los ojos y todo sigue igual. Esa chica no era otra que la novia holandesa de Marko Markovic.

1 comentario:

Javier Sánchez dijo...

Dios que fuerte...la puta holandesa desvocada...tendrá un blog? En qué escribirá? Será fan de alguien?