Las aerolineas de bajo coste tienen muchas cosas buenas y algunas malas, entre ellas los horarios. No sé porque narices todos los vuelos de las "Low Cost" salen o de madrugada o por la noche. A las 6.20 salía hoy mi avión desde Leipzig vía Palma con destino Alicante. Ahi siempre tienes la duda... ¿dormir o no dormir?. Yo soy un valiente, claramente no dormir. Así que me fui con unos coleguillas a un bar y me clavé unas cervezas pensando que el viaje se me iba a hacer corto.
Sobre las 3 de la mañana había quedado con mi vecina que cogía el mismo avión que yo. La cara que puso la pobre cuando a eso de las 3.05 aparecí con la maleta y una cervecilla, después de esto nos pusimos en dirección al aeropuerto. Tres cuartos de hora después, el cansancio ya hacia mella y con una cerveza más nos presentamos en el aeropuerto de Leipzig. Nada más llegar facturamos y nos sentamos a tomar un café con otra chica erasmus que se iba 10 antes en un avión dirección Madrid.
Entra cabezadita y conversación el viaje se hacia eterno hasta que hemos aterrizado en Palma de Mallorca. Eran sobre las 8 de la mañana y tenía una sensación rara, algo entre cansancio, resaca y malestar general. Yo, muy inteligente como casi siempre he decidido que lo mejor en ese estado era clavarme un Mac Menu de estos gigantes. Me he despedido de mi simpatica vecina y efectivamente en cuento he subido al avion dirección Alicante he caido "grogui", el Mac Menu estaba haciendo su trabajo y yo estaba inmerso en un sista. Al aterrizar en el Altet me he sentido por primera vez orgulloso de saber algo de alemán.
En ese momento en el que el avion esta detenido y toda la gente espera impaciente que se abran las puertas, una anciana se ha dirigido en alemán al personaje que estaba sentado a mi lado. "Können Sie mir die Schwarze Tasche geben?" (¿puede usted darme el bolso negro?)El hombre ni la ha mirado y yo recien levantado y con un alemán con perfecto acento sajón le he dicho que ahora mismo se lo daba. Me he sentido bastante útil.
Por primera vez mi maleta ha salido de las primeras y rápidamente estaba con mi padre de camino a Albacete. Tras 10 horas en Albacete solo puedo decir que mucho me temo que durante estos días voy a hacer la vida del gorrino pachón.
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