domingo, 18 de octubre de 2009

Primeras impresiones de Barcelona/First impressions of BCN

Siempre que llego a una cuidad nueva o desconocida se despierta en mi un espíritu de curiosidad sobre las costumbre de la fauna autóctona. Intento fijarme más en las cosas, y sobre todo, trato de comparar mucho con las anteriores ciudades que he visitado. Mañana cumplo una semana en Barcelona y creo que ya tengo material de sobra para daros una primera valoración de cómo va la cosa. Lo primero que cogí fue el metro...

METRO

Lo primero que llama la atención es el precio. Curiosamente vale 7,70, como en Madrid. ¿Son igual de sinvergüenzas los mandatarios de ambas ciudades pese a pertenecer a distintos partidos? Pues parece que sí. El ticket había que sacarlo, así que metí un billete de diez euros y esperá a que la maquinita hiciera su trabajo. Aquí entra el primer tópico sobre los catalanes. ¿Cómo puede ser, que la máquina te dé antes las vueltas que el propio producto? Yo es la primera vez que lo he visto, y me ha llamado bastante la atención.

EL IDIOMA

-Bona tarda. ¿Qué vols?- Me dijo la dependienta de una panadería en el barrio de Grácia.
-Pues... un croassant, solo eso.- Respondí con brevedad, así como un poco cabizbajo por no hablar nada de catalán.
-Son "sasantasinc sentims".- Bien, bien, no entendí la cantidad exacta, pero sabía que andaba por debajo del euro. Le di un eurete y pensaba que ahí terminaban mis problemas con el idioma.
-Aquí tiene.- Volví a contestar con bastante educación.
-Merci.- Estaba metiendo las vueltas en el monedero y al principio no presté mucha atención a lo que me había dicho. Hice ademán de salir por la puerta, pero el "merci" me chirriaba mucho y me tuve que dar la vuelta.
-¡Pero cómo que Merci! Llevo toda la vida estudiando inglés, en la puñetera erasmus tuve que aprender alemán, toda la gente de Albacete me dice que no voy a entender ni "papa" del catalán... y ahora llega usted, la dependienta de una panadería del centro de Barcelona, ¡Y me habla en francés!-
Aunque parezca que me puse fuerte, nada más allá de la realidad, al final la chica me explicó en un perfecto castellano que el "merci" es un galicismo que se está poniendo de moda en Barcelona. Vamos, que se están afrancesando.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Sigue, sigue escribiendo, esto huele a Leipzig

capitanjack dijo...

Con tal de no hablar el castellano ya hacen lo que les sale de los huevos.

Un saludo,

rafabcn dijo...

El "merci" se dice en Barcelona de toda la vida. Y hasta se dice también hablando en castellano. En catalán normativo se diría "gràcies" o "mercès" pero es costumbre en tiendas pequeñas y entornos familiares o de amigos decir "merci", que queda como más coloquial.

"Merci" es como para dar las gracias rápido y de forma coloquial. "Gràcies" es o bien en un entorno más formal o bien, en un entorno familiar, porque realmente estás muy agradecido y quieres enfatizarlo (pero entonces dirás "moltes gràcies"). Digamos que una misma persona que en una tienda cuando le dan el cambio dice "merci", en un entorno de trabajo más serio dirá "gràcies" y cuando le regalan algo o le dan un premio dirá "moltes gràcies".

Vamos de toda la vida a la panadera o a la pescadera del barrio le dices "merci" y te diría más lo dicen más las mujeres que los hombres. Es una costumbre barcelonesa, no hay que darle más vueltas.

Aunque, todo hay que decirlo, es un coloquialismo y no es una forma normativa: no la verás en ningún diccionario de catalán.

No se sabe bien si es una abreviación del "mercès" o un galicismo (yo creo que es más bien una deformación familiar de "mercès", que queda como muy arcaico). En todo caso "merci" nunca se pronuncia a la francesa, ¡en francés es con e cerrada y acento en la i final y en catalán con e abierta y acento en la primera sílaba!

JRR. dijo...

Del cap-i-casal en surts indepe o no en surts!