jueves, 31 de enero de 2008

Día 131: ¿No te comes eso? pero si te estas dejando lo mejor.

Tras un mes de enero en el que la meteorología ha respetado y mucho al pequeño Paris, parece que febrero no esta dispuesto a ser tan condescendiente. Las clases ya se han terminado y ahora lo único que hay que hacer es preparar trabajos para conseguir todos los requisitos de las asignaturas y así poder aprobar. Entrevistas absurdas, trabajos incompletos... parece que se trata de cosillas sin importancia pero realmente molestan y ponen en medio casi más que los propios examenes.

Por ejemplo la idea de ir a Praga a ver a mi Luis se ha ido truncando poco a poco con estas gilipolleces, veremos si el día 6 tengo ganas de salir cortando para Praga. ya veremos. Pues eso, que en realidad tampoco hay mucho que contar. La semana pasada celebramos el cumpleaños de un amigo con una suntuosa barbacoa (sin pollo, porque esa comida es solo para los pobres) a 0 grados que la verdad es que no se como seguimos aun vivos. Brochetas, lomo en adobo y por supuesto Bradwurst, eso que nunca falte. Bueno también habia cerveza, 2 cajas, pero eso lo doy por supuesto. Esa comida da muchisima sed.

El martes tuve otra exposición que resultó no salir del todo bien, pero que se le va a hacer. Unas veces las cosas salen bien y otras no. No hay que darle más vueltas. Ahhh!! una cosa que le va a dar mucha alegría a mi madre, que dice que ya no hago deporte. En la última semana he jugado 3 veces al futbol y hoy otra seguramente, a pesar de que tenga alguna ampolla en la planta del pie.

Anoche nos reunimos de nuevo toda la colonia de españoles, quedamos para cenar en nuestro lugar favorito; un asiatico que la verdad es que por 9 euros te pones hasta arriba de comida. Después fuimos a tomar una cervecilla a un bar de Jazz que hay en el centro. Era la 1 y en un rato salía el primer bus nocturno hacia mi barrio, me despedí y salí cortando a la parada del Bus. Llegue un par de minutos antes de la hora, me senté a esperar escuchando un poco de música.

Una sombra me arrebata la luz y me da un golpecito en el hombro "ya hay algun subnormal con gana de ganeta". Me doy la vuelta, no reconozco la figura de buenas a primeras. Era una figura femenina, bastante grande y con una gorrita de color marrón. Llega el autobus y los potentes faros del mismo me desvelan la identidad de esa persona. En efecto se trataba de nuevo de la holandesa que en su día cortejo el mismisimo Marko Markovic.

-¿Que tal te van los examenes y eso?, pregunto para parecer simpático.
-"Pues no tengo ninguno, solo tengo trabajos y tesis" me respondió". Se acercaba mi parada y tenía ganas de preguntarle por su novio trompetista, no habia tiempo
-"¿tu beca es solo de u cuatrimestre o el curso entero?, solo quería saber si tendría otra opción para indagar sobre el virtuoso trompetista.
- "Que va... me voy el sabado para Rotterdam otra vez, aunque me da pena porque he hecho muchos amigos aqui." Estaba apenada pero contenta.
-"Pues vaya...dicen que el verano en Leipzig es super bonito. Te estas dejando lo mejor". Eso es lo que dicen cuando te comes una paella y te dejas el pimiento, ¿te lo vas a dejar? eso es lo mejor.

PD. Ahora la recomendación cultural. Hace 5 años un chico americano que en aquellos años tenía 16 años se fue a Serbia, Rumania y Hungría enamorado de la música que hacen los gitanos del bajo Danubio. Aprendio mucho de la banda de Boban y Marko Markovic. Hoy en día no creo que ningún grupo lo supere. Ahi teneis a Beirut.

1 comentario:

Javier Sánchez dijo...

131 días...joooder...sí que pasa el tiempo rápido...se va entonces la ex? Qué pasó con Marko?