Cualquier zapato combina con la Roja |
Ayer iba en el metro (por desgracia en la misma dirección que donde se encuentra la pantalla gigante que patrocina Telecinco) en los instantes previos a que España se midiera a Francia y me topé con un ambiente tremendamente patriótico. La radiografía de mi vagón pudo ser la siguiente, más o menos:
-50% de adolescentes alérgicos a los libros, posiblemente todos ellos encarrilados al bachillerato de ciencias sociales y con la intención de estudiar publicidad o periodismo. Todos ellos pintados y ataviados hasta arriba con los colores y emblemas de la patría, la gran mayoría manejaba a la perfección el amplio repertorio de tonadas con gran riqueza en contenidos de exaltación de la nación.
-20% de niños. Todos ellos desafortunadamente influenciados por el grupo anterior.
-10% de padres/tutores legales que en cumplimiento de sus obligaciones acompañan a sus hijos pequeños que aún no tienen edad suficiente para acceder al primer y más nutrido grupo.
-10% de adultos sin personas a su cargo. La gran mayoría extranjeros cuya única meta en e¡semejante viaje al infierno es hacer por integrarse. Se trata del grupo más consciente y responsable de los hasta ahora expuestos.
-10% de italianos. Este es un porcentaje marginal y no del todo exacto que siempre está en este tipo de eventos. Les da igual el partido, incluso si juega su selección. Tienen un único objetivo, el cortejo y posterior fornicación de lo que pillen del primer grupo, aunque si es de otro tampoco les molesta.
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