domingo, 6 de julio de 2008

Apagué y encendí el router.



Vuelvo a recurrir a Enjuto Mojamuto y otra vez al mismo video. Aquella vez era porque me había quedado sin Internet, mejor dicho, me lo habían cortado por ansías. Me bajé una barbaridad de cosas en una semana y como todos sabeis, aquí hay alguna reminiscencia del sistema socialista. Siempre fueron muy de multas... bueno y también de verjas y muros, eso también les gustaba muchísimo.

Lo que me ha ocurrido hoy no tiene nombre, ha sido algo extrañísimo. Yo pensaba que se puede tener morro, cara, picaresca, ser algo "aprovechao", pero no llegar al extremo que he vivido hoy en mis propias carnes. Está claro que las redes "WIFI" son muy cómodas por aquello de no tener cables por en medio, al principio erán también un chollo para los vecinos, pues uno paga y veinte lo disfrutan. Así que decidieron ponerles contraseña, así cada uno sabe quien utiliza los servicios que paga.

Recien llegado de Berlín y con 7 horas de regional a la espalda he entrado en casa con sed y ganas de que quedarme en calzoncillos un rato. Poco me ha durado la alegría, al rato ha sonado el timbre de casa, era la vecina. Una chica de Magdeburg con la que me llevo bastante bien, aunque no todo lo que a mi me gustaría, ¿no creo que haga falta que la describa no?. "Hola, ¿que tal? no me funciona vuestro internet, ¿podría reiniciar el router?" me ha dicho de buenas a primeras. Recien duchada y vestida de corto me ha pillado algo desorientado, "si, si, pasa. Si sabes como funciona adelante".

Hemos hablado un rato y se ha bajado a su casa como ha venido, sin internet. Algo estaríamos haciendo mal cuando un internet de 48 euros no arrancaba. Me he vuelto a quedar en traje de faena, en calzoncillos y he seguido viendo una interesante pelicula de Jennifer Aniston. Nunca os habeis fijado que Jennifer Aniston siempre hace los mismos papeles; chica guapa que le cuesta encontrar novio. Dentro del género cinematográfico que podríamos denominar como "fácil de ver o de la tarde siguiente a un gran ciego". Con esas pretendía seguir viendo la peli cuando...

Vuelven a llamar a la puerta. Era el compañero de piso de la chica de Magdeburg, "Sigue sin ir internet, ¿puedo probar a reiniciar el router?". Y he pensado "Joder... que morro, a la otra recien duchada y vestida de corto le dejo que use mi cortauñas si hace falta, pero a tí...". Al final al ha pasado, ha reiniciado el router y ha conseguido que arrancara el internet de 48 euros, obviamente ninguno de ellos puestos por él.

Creo que mañana bajaré recien duchado a hacerme un merluza rellena en su horno con la excusa de que el mió no gratina bien. A ver si así puedo prácticar un poco de alemán con la chica de Magdeburg.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

que conste, la visita 5000 la he protagonizado yo..............., y no hay más que una

kobabumga dijo...

me tengo por un tio altruista pero lo de tus vecinos es de ordago.

No se había visto mayor rostro, y siguendo con tu moda de videos de muchachada nui, desde el cuñao de los listos

http://www.youtube.com/watch?v=riYs74kGqFU

es q hay q tener cara! y encima a un descendiente de el buscon, el lazarillo and company. es una tomadura de pelo. y bueno a la brandeburguesa si está cachonda y se te presenta humeda en la puerta yo le permito todo pero claro al otro menda q le den.

Yo de ti le ponia contraseña...o no, cuando sepas q está la cachonda en casa y t apetezca hablar, desconectas un rato el rooter y esperas q suba, cachondas estas teutonas

animo y escribe mas amenudo, coño