lunes, 14 de julio de 2008

Another thing butterfly: A otra cosa mariposa.

Bien es cierto que el titulo pierde la rima con la traducción, pero gana otras muchas cosas. El otro día se lo dije a un compañero de clase y se quedo flipando, ¿que tendrán que ver las mariposas aquí?. Que decir, ya no queda nada de esto, la gente se empieza a ir a casa y lo peor de todo es que a cada uno que se va hay que hacerle una fiesta de homenaje. Y yo me quedo hasta el 7, me las voy a comer todas, con todo lo que eso conlleva.

Mañana tengo mi última presentación en alemán, sobre la integración de la identidad europea, un tostón de cuidado. Este fin de semana ha sido durísimo. El jueves "penúltima" fiesta erasmus y hasta las 9. El sábado desdepedida de Isidro y hasta las 8, aqui la gente ya va a pajera abierta, se han quitado la careta y hasta que aguante la maquinaria. Esto me lleva hacia otra de las teorias que llevo muchísimo tiempo desarrollando con suerte desigual.

Desde tiempos mucho más pueriles, desde los campamentos y viajes de la junta en los que los monitores era gente recien salida del correccional de hábitos extraños siempre he creido que cuando se acerca el final casi siempre pasan más cosas. Dicho así suena extraño, porque no deja de ser filosofía y es una materia muy densa, vamos a poner algunos ejemplos. ¿Cuando venden más las tiendas?, pues al final de la temporada, porque hay rebajas. Ahora vamos con los paralelismos en la vida real.

¿Cuando son las mejores fiestas? Pues la de final de año. Esto es extrapolable a los viajes de la junta, ¿cual era el único día en el que se hacía botellón con una fiesta de la leche?, pues el también el último. Con la erasmus pasa exactamente igual, ahora hay más examenes, más fiestas, más de todo. Pues tras esta tontería voy a amenizaros la sesión con un poco de material gráfico reciente.



Esperando a la gente.



Los tres mosqueteros.



Vito Corleone.



Cuesta abajo.

PD. Esto es un coñazo, cada foto tardo en ponerla un ratillo. Voy a cerrar con algo grandioso que un iluminado nos mostró en dicha fiesta. Ahí va eso. Ramnón el vanidoso.

domingo, 6 de julio de 2008

Apagué y encendí el router.



Vuelvo a recurrir a Enjuto Mojamuto y otra vez al mismo video. Aquella vez era porque me había quedado sin Internet, mejor dicho, me lo habían cortado por ansías. Me bajé una barbaridad de cosas en una semana y como todos sabeis, aquí hay alguna reminiscencia del sistema socialista. Siempre fueron muy de multas... bueno y también de verjas y muros, eso también les gustaba muchísimo.

Lo que me ha ocurrido hoy no tiene nombre, ha sido algo extrañísimo. Yo pensaba que se puede tener morro, cara, picaresca, ser algo "aprovechao", pero no llegar al extremo que he vivido hoy en mis propias carnes. Está claro que las redes "WIFI" son muy cómodas por aquello de no tener cables por en medio, al principio erán también un chollo para los vecinos, pues uno paga y veinte lo disfrutan. Así que decidieron ponerles contraseña, así cada uno sabe quien utiliza los servicios que paga.

Recien llegado de Berlín y con 7 horas de regional a la espalda he entrado en casa con sed y ganas de que quedarme en calzoncillos un rato. Poco me ha durado la alegría, al rato ha sonado el timbre de casa, era la vecina. Una chica de Magdeburg con la que me llevo bastante bien, aunque no todo lo que a mi me gustaría, ¿no creo que haga falta que la describa no?. "Hola, ¿que tal? no me funciona vuestro internet, ¿podría reiniciar el router?" me ha dicho de buenas a primeras. Recien duchada y vestida de corto me ha pillado algo desorientado, "si, si, pasa. Si sabes como funciona adelante".

Hemos hablado un rato y se ha bajado a su casa como ha venido, sin internet. Algo estaríamos haciendo mal cuando un internet de 48 euros no arrancaba. Me he vuelto a quedar en traje de faena, en calzoncillos y he seguido viendo una interesante pelicula de Jennifer Aniston. Nunca os habeis fijado que Jennifer Aniston siempre hace los mismos papeles; chica guapa que le cuesta encontrar novio. Dentro del género cinematográfico que podríamos denominar como "fácil de ver o de la tarde siguiente a un gran ciego". Con esas pretendía seguir viendo la peli cuando...

Vuelven a llamar a la puerta. Era el compañero de piso de la chica de Magdeburg, "Sigue sin ir internet, ¿puedo probar a reiniciar el router?". Y he pensado "Joder... que morro, a la otra recien duchada y vestida de corto le dejo que use mi cortauñas si hace falta, pero a tí...". Al final al ha pasado, ha reiniciado el router y ha conseguido que arrancara el internet de 48 euros, obviamente ninguno de ellos puestos por él.

Creo que mañana bajaré recien duchado a hacerme un merluza rellena en su horno con la excusa de que el mió no gratina bien. A ver si así puedo prácticar un poco de alemán con la chica de Magdeburg.